A diferencia de las fechas de navidad las fechas de la Semana Santa nunca son fijas, son variables, ya que la festividad se establece según un evento astronómico lunar.
La Semana Santa siempre se celebra el domingo que sigue a la primera luna llena después del equinoccio de primavera. Este equinoccio ocurre siempre entre el 21 de marzo y el 25 de abril.
La regla que
se suele utilizar para calcular la fecha de la Semana Santa es la siguiente: el
domingo de la Pascua de Resurrección es el siguiente de la primera luna llena
pasando el equinoccio de la primavera del hemisferio
norte de la tierra.
El embrollo de la Pascua
Hasta el principio del siglo VI, en el cristianismo reinaba
una gran confusión sobre la fecha adecuada para celebrar esta Pascua y
diferentes grupos tenían sus criterios propios y diferenciados para fijarla.
Aunque en el Concilio de Arlés (año 314) ya se reconoció la necesidad de fijar
una fecha común de celebración para toda la cristiandad, el embrollo se
prolongó hasta el año 525, cuando Dionisio el Exiguo adoptó unos criterios
claros (que procedían de la iglesia de Alejandría) y emitió una normativa desde
Roma.
La norma era aproximadamente la expresada más arriba. Pero
así enunciada, planteaba importantes problemas a la hora de ponerla en práctica.
Un poco más complicado:
Por ejemplo, el equinoccio de la primavera boreal no tiene
una fecha fija, sino que puede oscilar entre el 20 y 22 de marzo y, de no
calcularlo con criterios astronómicos, ello podía introducir confusiones a la
hora de calcular el primer plenilunio. Por otro lado, la fecha local del
plenilunio puede cambiar de un día de acuerdo con el emplazamiento geográfico.
Además, para diferenciar muy claramente la Pascua cristiana de la Pascua judía,
no se deseaba que ambas coincidiesen nunca en la misma fecha.
Teniendo todos estos elementos en cuenta, se estableció la
regla completa (y correcta) para la determinación de la Pascua:
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Plenilunio y Semana Santa en Segovia |
El domingo de Pascua es el siguiente a la primera Luna llena
'eclesiástica' (un plenilunio ficticio definido por la Iglesia mediante unas
tablas numéricas) que se da en o tras el 21 de marzo.
Esta regla lleva implícito que cuando el plenilunio
eclesiástico cae en domingo, la Pascua se celebra el domingo siguiente, lo cual
impide que la Pascua cristiana coincida con la judía.
Afortunadamente no hay que recurrir a esta regla completa y
exacta más que en contadas ocasiones y la regla simple suele funcionar para un
elevadísimo número de años.
De esta regla se desprende que la Pascua de Resurrección
nunca puede ser antes del 22 de marzo (cuando el plenilunio sucede un 21 de
marzo que además es sábado) ni después del 25 de abril (cuando hay plenilunio
el 20 de marzo y, además, el 18 de abril –fecha del siguiente plenilunio- es un
domingo, lo que hace retrasar la Pascua de una semana).
Algoritmos:
- Durante el Renacimiento se compilaron tablas para calcular la fecha de la Pascua, algunas de ellas en función del número áureo (un irracional con muchas propiedades interesantes al que se le atribuye importancia estética e incluso mística). Pero pronto se desarrollaron diferentes algoritmos algebraicos.
- El más popular es el algoritmo de Gauss que permite calcular la fecha de la Pascua mediante cinco operaciones aritméticas sencillas.
- Hoy día tenemos disponibles en internet numerosas páginas web que nos realizan el cálculo de la fecha de Pascua y de las principales fiestas variables durante y después de la Semana Santa. Una muy clara, y en castellano, que nos calcula la Pascua entre los años 1583 y 2499 es ésta.
También interesante:
- El 19 de abril es la fecha más frecuente del domingo de Pascua (cae en esa fecha casi 4 veces cada cien años: el 3,87 %). Lo menos frecuente es que caiga el 22 de Marzo (solo 5 veces cada milenio) o el 25 de Abril (solo unas 8 veces por milenio)
- Dionisio el Exiguo (c. 470 – c. 544), llamado así por su escasa estatura, fue un monje escita con buenos conocimientos de matemáticas que vivió gran parte de su vida en Roma donde fue miembro de la Curia Romana. Fue el encargado de establecer como año primero el del nacimiento de Cristo, ideando así el Anno Domini ("año del Señor") fundamento de las siglas AD que se añaden a los años de nuestra era (p. ej. 2011 AD, que equivale a 2011 d.C.). El Exiguo, sin embargo, cometió un error en el establecimiento del año 1, lo que lleva a la aparente contradicción de que en realidad Cristo nació en el año 7 ó 6 'antes de Cristo'.
La tradición de los huevos de Pascua, aunque con variaciones
locales, está presente en un gran número de países. En la cristiandad la
tradición se impuso muy posiblemente como una consecuencia de la Cuaresma. Tras
40 días de ayuno, se produciría en la despensa una acumulación de huevos que
convenía consumir después. Los más recientes se consumirían normalmente, pero
los más antiguos se cocerían para conservarlos más tiempo, decorándolos a
continuación.
Fuente: elmundo.es